La respiración artificial y la reanimación cardiopulmonar (RCP), son técnicas básicas de salvamento que se emplean para ayudar a una persona cuya respiración o pulso se han detenido. Estas técnicas permiten imitar las funciones normalmente realizadas por el corazón y los pulmones, a fin de hacer circular la sangre y el oxígeno.
Si una persona ha sufrido un colapso y está inconsciente, siga el ABC del apoyo vital básico. Comprobar la vía aérea (A), restaurar la respiración (B) y la circulación (C) son los tres pasos fundamentales que implican la reanimación.
Si la víctima no respira pero su corazón late, compruebe la vía aérea por si hay obstáculos y, si es necesario, practique la respiración artificial.
Si la víctima no respira y su corazón ha dejado de latir, se requiere de inmediato la reanimación cardiopulmonar (RCP), que consiste en respiración artificial y compresión torácica.
APERTURA DE LA VIA AEREA
Algunas de las causas más habituales de urgencias respiratorias, incluyen obstrucción de las vías aéreas, ingestión de sustancias venenosas, lesión torácica o pulmonar, ataque cardíaco, casi ahogamiento, electrocución y reacción a las picaduras de insectos.
Si la víctima no respira, el tórax o el abdomen no presentan movimiento ascendente-descendente, y no se puede oír ni percibir exhalación de aire.
Para estar seguro, arrodíllese al lado de la persona y ponga el oído justo encima de su boca y su naríz. Si no puede oír la respiración ni sentir su aliento, intente restaurar la función respiratoria abriendo la vía aérea.
Si la persona con dificultades respiratorias ha sufrido una lesión de la cabeza o el cuello, puede tener también lesionada la parte de la columna que se une al cuello, en tal caso, el cuello y la cabeza se deben mover lo mínimo posible.
La vía aérea, sin embargo, tiene prioridad; si es necesario, debe abrirla y suministrar ventilación artificial.
RESPIRACION ARTIFICIAL
La respiración artificial es un procedimiento de urgencia empleado para restaurar la función respiratoria. El método de respiración artificial más utilizado es la respiración boca a boca.
Si la víctima no respira y no se sospecha de lesión en el cuello, siga los pasos descritos a continuación. Si se sospecha una lesión en el cuello, no haga girar la cabeza. Eleve ligeramente la barbilla para liberar la vía respiratoria.
Respiración boca a boca
1 Procure que la víctima esté echada sobre una superficie firme y rígida, en el suelo, por ejemplo. Coloque la palma de una mano sobre su frente y los dedos de la otra debajo del hueso de la barbilla, echando la cabeza hacia atrás.
2 Cierre las aberturas nasales de la víctima con el índice y el pulgar. Abra la boca y repire profundamente. Procure no obstruir la garganta de la víctima con la mano de apoyo.
3 Aplique su boca abierta a la boca de la víctima y échele dos respiraciones de entre 1 a 1,5 segundos cada una. Aparte la boca después de cada exhalación y respire profundamente.
4 Vuelva la cabeza hacia el tórax de la víctima para que su oído este sobre su boca. Escuche si hay exhalación de aire. Observe si se mueve el pecho. Continúe insuflando aire en la boca de la víctima a un ritmo de 12 respiraciones por minuto si se trata de un adulto y 15 si se trata de un niño. Continúe hasta que la persona empiece a respirar o hasta que llegue ayuda médica.
REANIMACION DE UN NIÑO
1 Si el niño no respira, échele la cabeza hacia atrás. Para abrir la vía respiratoria, apriétele suavemente la frente con la palma de la mano.
Coloque las yemas de los dedos de la otra mano sobre el hueso de la mandíbula, cerca de la barbilla, y levántesela. No eche la cabeza del niño demasiado hacia atrás, ya que esto podría cerrar la vía respiratoria.
2 Aplique su boca sobre la boca y la nariz del niño e insufle dos respiraciones hasta que se infle su pecho.No insufle el aire con la misma fuerza que si se tratara de un adulto. Espire suavemente en sus pulmones, al ritmo de una respiración cada 3 segundos.
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