RESPIRAR CORRECTAMENTE
Respirar no es únicamente un acto mecánico para sobrevivir. La respiración aporta oxígeno a nuestro organismo, que alimenta a todas las células del cuerpo, incluidas las del cerebro y las del corazón. Una respiración adecuada contribuye a mantener un estado de salud óptimo y una actitud relajada y vital. Si la respiración es inadecuada, se dificulta la aportación de oxígeno, el corazón ve su ritmo alterado y, en consecuencia, nos sentimos más fatigados. Afortunadamente, existe el bostezo que, lejos de ser un signo de somnolencia, es una manera de oxigenar el cerebro y mantenerse despierto. El oxígeno, cuando llega en un nivel adecuado al cerebro, lo activa, facilita la capacidad de concentración y aumenta los reflejos.
En nuestra actividad cotidiana solemos estar sometidos a la presión de las obligaciones. La vida laboral o doméstica "no nos deja respirar" ni un solo minuto. Aunque esta frase no sea totalmente exacta, sí es cierto que no es habitual observar cuál es el ritmo de la respiración y si se hace de forma correcta.
En general, respiramos de forma superficial, lo que ocasiona que los estados de nerviosismo se acentúen y den lugar a alteraciones, como el estrés o la ansiedad.
Es importante recordar siempre, y sobre todo en dichas situaciones, que la respiración adecuada tiene efectos en el plano mental, ya que relaja y produce serenidad y calma emocional.
UNAS COSTUMBRES SOCIALES "ASFIXIANTES"
La forma correcta de respirar es la abdominal, que es la que permite llenar más los pulmones. Los niños pequeños, que todavía no han desarrollado un mecanismo inapropiado de captación del oxígeno, respiran de manera correcta, y de ahí sus vientres abultados.
Las normas sociales o un determinado tipo de estética, que obliga a esconder la barriga, hacen que respiremos únicamente con los hombros y clavículas, es decir, parcialmente. A la hora de respirar, es importante inspirar profundamente para llenar los pulmones de oxígeno en toda su capacidad, lo que ocasiona que el vientre también se llene de aire.
APRENDER A RESPIRAR
Habitualmente, cuando una persona respira sólo utiliza una tercera parte de su capacidad pulmonar. Debe aprender a respirar aprovechando todas las posibilidades que ofrece el organismo. La respiración correcta consta de cuatro fases: inspiración, retención, espiración y retención.
A su vez, mientras se inspira y se espira se utilizan el abdomen y las partes media y superior de los pulmones.
1 Para iniciarse en esta práctica respiratoria hay que tumbarse en el suelo boca arriba sobre una colchoneta fina.
2 Apoyar las manos abiertas sobre el abdomen para poder sentir el movimiento del cuerpo.
3 Inspirar lentamente por la nariz mientras se percibe que la parte inferior de los pulmones se llena de aire (el abdomen se elevará); seguir inspirando mientras se nota que la parte media pulmonar se llena de aire (el tórax se dilata).
4 Continuar inspirando hasta sentir que la parte superior de los pulmones está llena de aire (elevar y echar hacia atrás los hombros). En este momento, retener el aire unos instantes y espirar muy despacio, también por la nariz, invirtiendo el orden en el que se ha realizado la inspiración.
Otra forma de aprender a respirar es sentándose, con las piernas cruzadas y la espalda recta, tapar con un dedo el orificio derecho de la nariz e inspirar por el izquierdo, respetando las mismas fases explicadas anteriormente. Retener la respiración unos segundos, destapar el orificio derecho y dejar que el aire salga por el lentamente, a la vez que se tapa el orificio izquierdo. Retener el aire unos cinco segundos y repetir de nuevo con el orificio opuesto.
LA RESPIRACION ABDOMINAL
Para realizar este ejercicio de respiración hay que aprender a realizar tres ciclos: inhalar, retener el aire en el abdomen y exhalar, pasando el aire otra vez por los pulmones, y variando los tiempos según vayan transcurriendo los días y se vaya adquiriendo práctica.
El primer día, inhalar durante 3 segundos, retener el aire un segundo y exhalarlo durante otros tres segundos. Añadir cada día un segundo a los ciclos hasta llegar a la relación 12-6-12.
La practica seria:
El segundo día: 4-2-4
El tercer día: 5-2-5
El cuarto día: 6-3-6
El quinto día: 7-3-7
El sexto día: 8-4-8
El séptimo día: 9-4-9
El octavo día: 10-5-10
El noveno día: 11-5-11
El decimo día: 12-6-12
Para practicar este ejercicio, dirigir el aire hacia el abdomen y comprobar, con la mano en el vientre, si éste de infla. Se puede hacer un ejercicio con veinte respiraciones, que se puede repetir tres veces a lo largo del día. Este ejercicio respiratorio ayudará a relajarse y a mantener en perfecto equilibrio el cuerpo y la mente. Los tiempos de cada fase variarán, pudiéndose inhalar seis segundos, retener tres y exhalar doce. Esto seria algo parecido a un suspiro.